jueves, 13 de marzo de 2008

Alejandro de Macedonia (356-323 a.C.)


Alejandro de Macedonia es posiblemente una de las figuras históricas de mayor importancia, ya que en sólo 33 años consiguió forjar el mayor imperio hasta ese momento, llegando incluso al Indo y la mayor parte de Asia. Alejandro nació en el año 356 a.C., hijo del rey Filipo II de Macedonia y de Olimpia. La sucesión al trono recaía sobre su hermano, pero debido a que era deficiente mental fue rechazado, y el puesto de heredero pasó a manos de Alejandro. El rey desconfiaba de sus tutores y decidió ponerlo en manos de Aristóteles, quien prosiguió con su educación griega, al mismo tiempo que se le educaba en el ámbito militar y atlético. Pocos años después, Filipo se casa con una aristócrata macedonia, lo cual provoca la cólera en Olimpia y Alejandro, que acaban siendo desterrados. Pasado un año, Alejandro regresa a la corte para restablecer relaciones con su padre y a los 16 años ya toma parte en su primera campaña militar participando en el 338 a.C. en la célebre Batalla de Queronea. En el año 336 a.C. Filipo es asesinado por Pausanias y Alejandro sube al trono como heredero legítimo, no sin antes eliminar a todos los que se oponían a su nombramiento. Tras sofocar rebeliones en Tebas y Atenas, Alejandro se convierte en dueño absoluto de toda Grecia.

El primer gran reto de Alejandro era la conquista de Asia, un ambicioso plan que ya había sido planeado por Filipo años atrás. El Imperio Persa, antiguo enemigo de Grecia, era el objetivo prioritario. El ejército macedonio era inferior en número, pero consiguió avanzar y vencer las adversidades. De allí se movió hacia ciudades como Gordion o Tarso. La siguiente campaña le llevaría a la famosa Batalla de Issos, donde se enfrentó con el mismísimo rey Dario III y le hizo huir, y a la posterior conquista de Damasco. Fue a partir de ahí que los persas vieron en la figura de Alejandro una seria amenaza, pero en vez de proseguir el acoso a Persia decidió dirigirse hacia Palestina y luego a Egipto. Allí fue recibido como un heroe, se autonombró Faraón, restauró edificios y monumentos para ganarse el favor del clero, y fundó la ciudad de Alejandría.

Dueño ya de Egipto, Alejandro prosiguió con su campaña asiática y puso rumbo al corazón del Imperio Persa, luchando finalmente contra Dario III en la Batalla de Gaugamela, en el 331 a.C. Los macedonios ganaron la batalla y Dario III fue asesinado por sus propia guardia personal. De allí se trasladó a Babilonia, Susa y Persépolis, donde decidió licenciar a los soldados griegos que ansiaban volver a casa. El resto de la expedición prosiguió hacia el interior de Asia (el actual Irán, donde se casó con la bella Roxana) y luego hacia la India, hasta alcanzar la costa. Tras 8 años de conquistas se emprendió el camino de regreso. Los últimos años de Alejandro se caracterizaron por continuas purgas y asesinatos de sus más allegados. En el año 324 a.C. Alejandro ordena que todos los griegos vuelvan a Grecia, causando un evidente malestar en la Helade, que lo veía como un tirano que era mejor tener lejos. Poco más tarde, en el 323 a.C., Alejandro muere en Babilonia. Se ha teorizado mucho sobre las causas de la muerte (envenenamiento, malaria,...) pero lo importante es que tras su muerte el imperio que había forjado se dividió entre tres de sus generales, formando lo que sería conocido como Mundo Helénico.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Erwin Rommel (1881-1944)


Erwin Rommel nació el 15 de noviembre de 1881 en Heidenheim, un pueblecito cercano a Ulm. De familia burguesa, se alistó en el ejército en 1910 y un año más tarde ingresaba en la escuela militar de oficiales en Danzing, donde conoció a la que sería su mujer. Es en 1914 cuando es nombrado jefe de sección y destinado a la frontera francesa. Durante los primeros meses de la Gran Guerra Rommel es condecorado en dos ocasiones con la Cruz de Hierro por muestras inequívocas de valor, y finalmente se le destina al Vosgo. Durante los siguientes dos años Rommel es destinado a Rumanía y a la frontera con Italia, donde participa en la célebre Batalla de Caporetto ocupando un lugar muy destacado. A partir de ahí su popularidad iría en aumento, llegando a recibir la más alta condecoración prusiana, la medalla "Pour le Mérite", y el ascenso a capitán. Tras el desmantelamiento del ejército alemán, Rommel acabó realizando tareas de mantenimiento en Danzing, hasta que en 1929 fue destinado como instructor en la Academia de Infantería de Dresde. Allí pasaría cuatro largos años hasta que apareció en escena Adolf Hitler.

En 1935, con Alemania rearmándose a marchas forzadas, Rommel es ascendido a teniente coronel y destinado como instructor a la Academia Militar de Postdam. En los años siguientes alterna sus labores de instructor con la publicación de su único libro, 'La infantería ataca', y su puesto como jefe al mando del Führerbegleitbataillon (la guardia personal de Hitler). Es a partir de entonces cuando las relaciones con Hitler se estrechan, y en 1939 es ascendido a general, poco antes de la invasión de Polonia. En 1940 se le concede el mando de la 7ª División Panzer, que sería conocida como "La División Fantasma" debido a la rapidez y sorpresa con la que actuaba, y participa activamente en la invasión de Francia, estando numerosas veces a punto de perder la vida debido a los riesgos que asumía al luchar en primera línea de combate. Durante los siguientes dos años Rommel reorganizó las fuerzas italianas en Africa y alcanzó la gloria al mando del África Korps, llegando a poca distancia de alejandría, donde fue derrotado en la célebre batalla de El Alamein. El general británico Bernard Montgomery fue un hueso duro de roer para Rommel, que se vió obligado a retirarse al este. No obstante, Hitler ordenó resistir hasta que el último hombre cayera, y Rommel hizo caso omiso forzando la retirada y guardando una mala impresión de Hitler que nunca olvidaría. Durante 1943 y 1944 el general Rommel mantuvo su espíritu y su firmeza al mando, llegando a encargarse de la defensa de Normandía ante un inminente desembarco.

En el verano de 1944 un Spitfire de la RAF ametralla el coche en el que viajaba, dejándole inconsciente y al borde de la muerte. Contra todo pronóstico sobrevive y es acusado de formar parte del complot para asesinar a Hitler, aunque nunca hubo pruebas de que realmente hubiera estado implicado. Es muy posible que miembros de la alta jerarquía nazi quisieran sacárselo de encima. En cualquier caso, el 14 de octubre se presentaron dos generales en su domicilio de Herrlingen, y tras despedirse de su familia subió al coche del que nunca saldría vivo. A poca distancia el vehículo se detuvo y Rommel ingirió el veneno que le habían ofrecido. De lo contrario hubiera sido juzgado y las represalias hacia su familia no se habrían hecho esperar. El mariscal de campo Rommel fue enterrado en un funeral de estado y a día de hoy su tumba sigue siendo visitada por militares aliados para rendirle honores.

La Operación Walkiria


El conde Claus Schenk Graf von Stauffenberg es recordado como uno de los trágicos heroes de la Segunda Guerra Mundial. Nacido en el seno de una familia aristocrática alemana en 1907, von Stauffenberg sirvió como oficial durante la guerra alcanzando el grado de coronel y jefe del Estado Mayor del ejército de reserva. A partir de 1939 participaría en las campañas de Francia y Polonia con la 6ª División Panzer, así como en la "Operación Barbaroja", donde quedó profundamente escandalizado por el trato inhumano que los SS brindaban a los judíos en los territorios conquistados. Estos hechos, así como las decisión de Hitler de embarcarse en una guerra con Rusia que no podía ganar, hicieron que la confianza de von Stauffenberg en el régimen nazi decreciera a pasos agigantados. Destinado en el Norte de África hacia 1943, participó en la batalla del paso de Kasserine, siendo herido de gravedad en las manos, el oido y el ojo izquierdo.

Fue una vez recuperado cuando entabló contacto con oficiales miembros de la resistencia alemana que pretendía derrocar a Hitler. Su cargo de jefe del Estado Mayor le garantizaba la posibilidad de estar cerca de Hitler, y el fracaso de anteriores atentados acabó por convencer a von Stauffenberg de que sólo él podía acercarse lo suficiente como para asegurar el éxito. Tomaba cuerpo la "Operación Valkiria", que consistiría en la eliminación de Hitler, Himmler y Göering. Tras la muerte del líder alemán, el general Fromm movilizaría a las tropas de apoyo para detener a los líderes nazis y el nuevo gobierno pactaría con los aliados una salida del conflicto. No obstante, era difícil reunir a los tres objetivos, ya que Himmler era el máximo responsable de las SS y recibía órdenes directas de Hitler, con lo cual solía perderse las reuniones. Von Stauffenberg llevó en dos ocasiones el maletín armado sin éxito, pero finalmente obtuvo luz verde para atentar en cuanto fuera posible. El 20 de julio de 1944 voló al Cuartel General del Führer en Rastenburg, la famosa "Guarida del Lobo"(Wolfsschanze) donde Hitler celebraba sus reuniones con el Estado Mayor. El coronel depositó un maletín con una bomba a los pies de Hitler y abandonó la sala con el pretexto de que debía atender una llamada. Instantes depués uno de los ayudantes del Führer tropezó con el maletín y lo movió de lugar. Ese gesto fortuito provocaría que Hitler estuviera protegido por una de las patas de la robusta mesa de conferencias, de tal forma que escapó a la deflagración y sobrevivió junto a Keitel y Jodl con apenas unos rasguños. Von Stauffenberg voló a Berlín inmediatamente, seguro de que el atentado había sido un éxito, para completar la "Operación Valkiria" y que las tropas de apoyo tomaran el control. Al mismo tiempo el general Fromm recibía noticias preocupantes de Rastenburg que aseguraban que Hitler estaba vivo. Presa del miedo, trató de detener a von Stauffenberg pero los otros conspiradores se lo impidieron. De todas formas ya era tarde, Himmler había ordenado reprimir toda rebelión y el propio Hitler llamó por la tarde al mayor Remer, que tenía cercado el Ministerio de Propaganda, para asegurarse de que el orden era restablecido. Llegados a ese punto, Fromm consiguió hacerse con el mando y detener a von Stauffenberg y a otros tres oficiales implicados en la conspiración. Poco después de la medianoche eran fusilados. Himmler sospechó de Fromm y ordenó un registro del domicilio del general, encontrando documentos que le relacionaban con la trama. Miles de personas fueron torturadas y asesinadas en los meses posteriores, alcanzando la purga a personalidades de la talla del general von Kluge, el mariscal de campo Rommel o el almirante Canaris.

Se había perdido la última ocasión de detener a Adolf Hitler y la destrucción de Alemania.